• Alta compatibilidad: Su tamaño estándar de 3/8” permite que sea ampliamente compatible con una variedad de equipos neumáticos, lo que facilita la integración en sistemas existentes.
• Durabilidad: Hecho de materiales resistentes, el manguito ofrece una larga vida útil incluso en condiciones de uso intensivo y ambientes difíciles.
• Seguridad mejorada: El diseño robusto y la precisión en la manufactura aseguran conexiones sin fugas, reduciendo el riesgo de accidentes y mejorando la seguridad en el lugar de trabajo.
• Facilidad de instalación: Su diseño intuitivo permite que incluso usuarios con experiencia limitada puedan realizar instalaciones y reparaciones de manera rápida y eficiente.

El manguito roscado hembra 3/8” a hembra 3/8” es un componente crucial en las instalaciones neumáticas que permite la conexión segura y eficaz entre dos secciones de tubería o manguera de igual diámetro.
Fabricado en materiales de alta resistencia, este tipo de conector está diseñado para soportar altas presiones y temperaturas sin comprometer su integridad estructural.
El tamaño de 3/8 pulgadas indica el diámetro interno de las roscas, lo cual es un estándar en muchas aplicaciones industriales y comerciales.

Reductor hembra 3/8" a hembra 3/8"

Recomendaciones de uso:
Verifique siempre que las roscas del manguito y las de los componentes a conectar estén limpias y libres de daños antes de la instalación.
Utilice cinta de teflón o sellador de roscas adecuado para asegurar una conexión hermética y prevenir fugas.
No exceda las especificaciones de presión máxima indicadas por el fabricante para evitar daños.
Asegúrese de que el manguito esté correctamente alineado con las tuberías para evitar tensiones excesivas en las conexiones.
Realice pruebas de presión periódicamente para confirmar la integridad de la instalación.

Recomendaciones de mantenimiento:
Inspeccione regularmente el manguito para detectar signos de desgaste o corrosión y reemplácelo si es necesario.
Limpie las conexiones durante el mantenimiento rutinario para evitar la acumulación de suciedad que pueda afectar la funcionalidad.
Lubrique las roscas periódicamente, si el material lo permite, para mantener la facilidad de instalación y desmontaje.