• Durabilidad: Construido con materiales de alta calidad, este manómetro es capaz de resistir las condiciones más exigentes en entornos industriales, garantizando una larga vida útil.
• Precisión en la lectura: Ofrece mediciones exactas que son cruciales para el mantenimiento de sistemas a presión, minimizando el riesgo de fallos mecánicos debido a fluctuaciones o sobrepresiones.
• Seguridad Mejorada: Al proporcionar mediciones precisas y fiables, ayuda a prevenir accidentes y daños a equipos causados por niveles de presión inadecuados.
• Optimización de Recursos: Permite un control eficiente del uso de aire comprimido, lo que se traduce en ahorros energéticos y reducción de costos operativos.

El manómetro de salida trasera con un diámetro de 50 mm y rosca de 1/4" está diseñado para medir presiones de hasta 12 bar, ideal para sistemas de aire comprimido.
Este instrumento es crucial para monitorear y regular la presión del aire, asegurando un funcionamiento eficiente y seguro de herramientas y sistemas neumáticos.
Fabricado con materiales resistentes, este manómetro ofrece una lectura precisa y confiable, y su diseño compacto facilita su instalación en espacios reducidos.
Su montaje con salida trasera permite una integración sencilla en diversas configuraciones, haciendo de este manómetro una opción versátil y práctica para múltiples aplicaciones industriales y mecánicas.

Recomendaciones de Uso
Asegúrese de que la rosca de 1/4" esté correctamente sellada para evitar fugas de aire.
No exponga el manómetro a temperaturas extremadamente altas o bajas para evitar daños en sus componentes.
Realice calibraciones periódicas para mantener la precisión de las mediciones.
Utilice este manómetro solo dentro del rango de presión recomendado de 0 a 12 bar para evitar sobrepresiones que puedan dañarlo.
Revise periódicamente la claridad y visibilidad del dial del manómetro para asegurar lecturas precisas.

Recomendaciones de Mantenimiento
Limpiar regularmente la pantalla del manómetro para garantizar una lectura clara y sin obstrucciones.
Verificar y reemplazar las juntas y sellos si se observa alguna fuga, para mantener la integridad del sistema.
Realizar inspecciones regulares para detectar signos de desgaste o corrosión en los componentes metálicos y reemplazarlos si es necesario para prolongar la vida útil del equipo.