• Menor contaminación: El uso de cerio en lugar de otros materiales radiactivos, como el torio, hace que estos electrodos sean más seguros y ecológicos.
• Mejor rendimiento en la soldadura: Facilitan un inicio de arco más rápido y una mejor estabilidad del arco, lo que resulta en soldaduras más limpias y con menos defectos.
• Seguridad mejorada: Al ser no radiactivos, estos electrodos no presentan los riesgos de salud asociados con los electrodos de torio, ofreciendo tranquilidad en ambientes de trabajo seguros.
• Versatilidad en aplicaciones: Apropiados para una variedad de metales y espesores, especialmente útiles en trabajos delicados donde la precisión es crucial.

El Electrodo 1.6mm Tungsteno-Cerio está diseñado específicamente para aplicaciones de soldadura TIG (Tungsten Inert Gas), ofreciendo una opción altamente eficaz para soldar acero, incluido el acero inoxidable.
Este electrodo tiene un diámetro de 1.6 mm y está compuesto de una aleación de tungsteno y cerio.
El cerio mejora la capacidad del electrodo para iniciar el arco eléctrico y mantenerlo estable durante la soldadura, incluso a bajas corrientes, lo que es ideal para trabajos de precisión o en metales finos.

Electrodo de diámetro 1,6mm tungsteno- Cerio 2 uds., acero, inox.

Recomendaciones de uso:
Seleccionar la correcta amperaje basándose en el grosor del material a soldar para evitar daños al electrodo o piezas de trabajo.
Mantener el electrodo afilado para asegurar una mejor precisión en el inicio y mantenimiento del arco.
Utilizar técnicas de soldadura TIG adecuadas para evitar sobrecalentamiento y deformación del material.
Almacenar los electrodos en un ambiente seco para prevenir la corrosión y otros daños ambientales.
Verificar la compatibilidad del electrodo con el material a soldar, especialmente en metales no ferrosos o aleaciones especiales.

Recomendaciones de mantenimiento:
Limpiar el electrodo después de cada uso para eliminar residuos y evitar la acumulación de contaminantes que pueden afectar la calidad de la soldadura.
Inspeccionar regularmente el estado del electrodo y reemplazarlo si se observa desgaste excesivo o daño.
Guardar los electrodos en contenedores adecuados para protegerlos de la humedad y los impactos físicos que puedan dañarlos.