• Sostenibilidad: Al estar hecho de plástico reciclado, este cubo ayuda a reducir la cantidad de residuos plásticos que terminan en vertederos o en el medio ambiente.
• Durabilidad: El uso de polietileno de baja densidad junto con un asa de hierro galvanizado asegura que el cubo pueda soportar el uso regular sin deteriorarse rápidamente.
• Versatilidad: Este cubo puede utilizarse para una amplia gama de actividades, desde la jardinería hasta la limpieza y el almacenamiento, adaptándose fácilmente a las necesidades del usuario.
• Facilidad de uso: Gracias al diseño ergonómico y la resistencia del asa metálica, los usuarios pueden transportar cargas pesadas con menor esfuerzo y más seguridad.

El cubo de plástico de 10.5 litros con asa metálica es un recipiente versátil, fabricado en polietileno de baja densidad, un material conocido por su resistencia al impacto y flexibilidad.
Este tipo de plástico, además, proviene de fuentes recicladas, lo que contribuye a la reducción de residuos en el ambiente.
La asa está hecha de hierro galvanizado de 3,00 mm de espesor, que garantiza durabilidad y resistencia a la corrosión.
Su capacidad de 10.5 litros lo hace ideal para múltiples usos en el hogar o en entornos industriales, facilitando tareas como la limpieza, el almacenaje y el transporte de líquidos o sólidos.

Cubo en polietileno baja densidad. Plástico reciclado.
Asa de hierro galvanizado (3,00 mm)
No apto para uso alimentario

Recomendaciones de Uso
Evitar la exposición prolongada al sol para prevenir la degradación del plástico.
No utilizar para almacenar sustancias a temperaturas extremadamente altas o bajas.
Limpiar regularmente para evitar la acumulación de residuos que puedan causar malos olores o contaminación.
No sobrecargar el cubo más allá de su capacidad recomendada para evitar deformaciones o daños.
Utilizar exclusivamente para usos compatibles con materiales plásticos para prevenir reacciones químicas adversas.

Recomendaciones de Mantenimiento
Limpiar el cubo con agua y jabón suave después de cada uso para mantener su higiene y durabilidad.
Inspeccionar regularmente el asa para detectar signos de corrosión o desgaste y reemplazarla si es necesario.
Almacenar el cubo en un lugar fresco y seco cuando no esté en uso para preservar su integridad estructural.